Eloge du Maquillage, pastel y gouache de Degas recientemente descubierto autentificado por Michel Schulman
El descubrimiento de una obra de Edgar Degas en España es encontrar una piedra preciosa. Este es el caso del pastel Eloge du Maquillage, una reciente revelación procedente de una colección privada que hemos expertizado. Hay muchos indicios que nos permiten afirmar que se trata efectivamente de una obra de Edgar Degas.
La procedencia del pastel Eloge du Maquillage
Comparaciones, análisis y expertizaje
Nuestra opinión se basa ante todo en la historia de la obra, basada en numerosos documentos y archivos que hemos encontrado, en particular sobre Julián Bastinos, su primer propietario. Otros documentos, artículos de prensa como su necrológica en La Vanguardia en abril de 1918, su participación en el ambiente de los pintores españoles en París, sus contactos directos o indirectos con, por ejemplo, Zola y Victor Hugo, son testimonios que han permitido discernir los vínculos entre Bastinos y Degas a través de los mismos círculos artísticos y literarios que frecuentaban. Es todo este contexto el que queríamos reconstruir. En cuanto al peritaje, se basa en sólidas comparaciones entre el grafismo, los colores y la firma de este pastel con otras obras de Degas, así como en un estudio en profundidad de los pigmentos y de la firma, cuya compatibilidad con la época del pastel.
Eloge du Maquillage es el nombre que hemos decidido dar a este pastel recientemente descubierto. Está inspirado en Baudelaire:
«Ella [la mujer] debe entonces tomar prestado de todas las artes el medio de elevarse por encima de la naturaleza para subyugar mejor los corazones y las mentes» [Charles Baudelaire, «Eloge du Maquillage», Le Peintre de la vie moderne, 1863].
Los nombres de las obras se han mantenido deliberadamente en francés, según sus denominaciones originales.
Edgar Degas y España
Cuando Manet viajó a Madrid en 1865, tenía 33 años. Degas emprendió este viaje en agosto-septiembre de 1889. Tenía entonces 55 años. Pero mientras que Manet, por ejemplo, pasó la mayor parte de sus primeros años de carrera estudiando el estilo de Velázquez y Goya, antes de viajar a España - Degas, aunque dos años menor que él, no viajaría allí hasta mucho más tarde. De hecho, sus referencias seguían siendo italianas y el dibujo era la base primordial de su arte. Esta fue su única incursión en España. Partiendo de Cauterets, en los Pirineos, recorrió la Península Ibérica, dirigiéndose a Madrid y luego hacia el sur, donde, según escribió, el calor era agobiante, aunque ello no le impidió llegar hasta Tánger. ¿Un homenaje a Delacroix?
Que sepamos, hay pocas obras de Degas en España. Hay tres en el Museo Thyssen-Bornemisza - Madrid - entre ellas Chez la modiste (MS-565) y una - un pastel - Unhappy Nelly, en el Museo de Montserrat (MS-790). En cuanto a las colecciones privadas, hemos localizado varias obras cuya atribución a Degas queda por estudiar.
En una carta a su amigo, el escultor Bartholomé, fechada el 18 de septiembre de 1889, Degas escribe desde Madrid: «Visita desde las 9 hasta las 12 al museo [del Prado]». ¿Cómo explicar la fugacidad de esta visita? ¿Delante de qué obras se detuvo? ¿Velázquez, Tiziano? Degas no dice nada al respecto en sus cartas. A menos que esta breve visita se explique por su precaria salud, su cansancio, la ceguera que le obsesionaba desde hacía tiempo y los diversos dolores de los que se quejaba, que le impedían prolongar su visita.
Eloge du Maquillage es una de las numerosas escenas de burdeles pintadas por Degas entre 1875 y 1885, y más probablemente hacia 1876-1877, casi todas ellas descubiertas en su estudio cuando murió en 1917. Eloge du Maquillage es claramente una variante de Le Client sérieux de la Galería Nacional de Canadá en Ottawa. Monotipo por un lado, pastel por otro. Degas realiza así varias versiones de un mismo tema, tomando un detalle de uno para realizar otro ampliándolo, como es el caso de Eloge du Maquillage.
Eloge du Maquillage tiene también un interés histórico, ya que probablemente fue adquirido por Julián Bastinos, su primer propietario, durante su estancia en París entre 1872 y 1900. Encarna una historia no sólo personal -la de una gran familia catalana al frente de una famosa editorial y coleccionista de arte-, sino también del país, con las tribulaciones históricas entre la confiscación de la obra por el Estado en 1934 y su devolución al propietario en 1940, al final de la Guerra Civil, hechos todos ellos debidamente documentados en numerosas publicaciones y archivos oficiales de la época.
Tras la procedencia viene la cuestión de la pericia y autenticidad de la obra. Sobre la base de los análisis de los pigmentos y de la compatibilidad de la firma con la época, estableciendo numerosas comparaciones sólidas entre su grafismo, sus colores y su firma con otras obras de Degas, podemos confirmar que este pastel es efectivamente una obra auténtica de Edgar Degas, que publicamos en el catálogo razonado digital que le dedicamos.
Procedencia del pastel Eloge du Maquillage
La procedencia del pastel Eloge du Maquillage
Comparaciones, análisis y expertizaje
La historia de este pastel esta indisolublemente vinculada a la de Julián Bastinos, su primer propietario. Miembro de una gran familia catalana, Julián Bastinos, dirige junto a su hermano Antonio una célebre casa de edición. Este, publicó en diversas obras varias cálidas reseñas sobre su hermano que nos permiten así conocer su trayectoria y seguir esta obra de Degas que el adquiere a finales del siglo XIX y establecer la procedencia.
En Barcelona, los Bastinos son una importante familia que desempeña un importante papel social, político y cultural, sobre todo en el mundo artístico. Poseen una gran colección de cuadros, que están ubicados en su mansión de 1.200 m2 situada en el centro de la ciudad. Su colección incluye obras de Goya, Casas, Nonell, Creixams y Degas. Formado en el mundo de las bellas artes, Julián estudió en Barcelona con Ignacio Casals y Ramón Puiggari, y después en París, a partir de 1872, con los hermanos Samuel y Daniel Urrabieta Vierge. Allí permaneció muchos años. París al igual que Viena, eran el centro indiscutible de la creación artística. Bastinos se instala en el 115 de la rue d'Alésia, no lejos del barrio de Montparnasse, donde se unió a una colonia de pintores españoles, entre ellos Adolfo Guiard, a quien Degas conocía bien. En efecto, en una carta dirigida a Aglaüs Bouvenne en mayo de 1884 [Cf. Théodore Reff, Las cartas de Edgar Degas, 2020, nº 218, pp. 240-241], Degas escribe: "Estimado señor, tomé el paquete de pruebas que pedí hacia las 11 ¼ y se lo llevé al Sr. Clémenceau [sic]. Allí lo abrí y aunque el Sr. Guiard (el joven pintor español), con quien estuve el sábado en la imprenta, me aseguró que el papel Japón estaba en el montón, me fue imposible distinguirlas de las demás pruebas en el llamado papel ordinario ". La influencia de Degas en Adolfo Guiard es innegable, como puede verse en estas Femmes à la terrasse d'un café, 1885, óleo sobre lienzo, 37 x 60 cm.
El libro sobre Daniel Urrabieta Vierge publicado en 2005 [Daniel Urrabieta Vierge, Ayuntamiento de Madrid] recorre la historia de Urrabieta, su fama, su estancia en París y destaca sus relaciones, en particular con Emile Bergerat, redactor jefe de La Vie moderne, periódico fundado por Georges Charpentier en abril de 1879.
Como afirma John House en Impressionism. Paint and Politics, Yale University Press, 2004, p. 81, se organizaron exposiciones al margen del Salón oficial para mostrar obras que habían sido rechazadas. Toma como ejemplo a Manet: " Un nuevo rechazo del jurado del Salón en 1876 le llevó a adoptar otro modo de exponer una serie de sus obras, abriendo su estudio, donde los visitantes podían ver no sólo los lienzos rechazados, sino también una selección de pinturas anteriores. Finalmente, en abril de 1880, simultáneamente con el Salón de ese año, organizó una exposición de obras más pequeñas e informales, diez óleos y quince pasteles, en las oficinas de la revista de moda La Vie moderne de Georges Charpentier " (p. 61). El redactor jefe de esta revista es un amigo íntimo de Urrabieta.
No es de extrañar que participara en diversas exposiciones, como puede verse en el documento que figura a continuación: Renoir en 1879, Manet y Monet en 1880 y también Sisley en 1881. Conoció a Emile Zola, Victor Hugo, Gustave Courbet, Gustave Doré y Théo Van Gogh (p. 49). Véase el documento más abajo. Urrabieta fue claramente un vínculo importante entre todos estos artistas de la época.
Urrabieta Vierge realizó la ilustración principal del libro de Zola : L´Assommoir.
Daniel Urrabieta también conoció a Víctor Hugo, para quien realizó varias ilustraciones. Se vieron por primera vez en una cena en casa del escritor, cuando éste le habló de su novia española Pepita.
Julián Bastinos continuó su carrera en París. Decorador y pintor sobre porcelana, entró en contacto con la Manufacture de Sèvres donde, según los escritos de su hermano en En Pleno Ocaso, 1922, pp. 159-163 y en el artículo de La Vanguardia del 28 de abril de 1918, colaboró con la famosa institución.
Afortunadamente, esta última fue dirigida por el hombre de letras Champfleury, nombrado conservador de las colecciones el 1 de marzo de 1872 y, posteriormente, director de la Manufactura en 1887. Toda esta información se encuentra en el libro de Antonio Bastinos, hermano de Julián, En Pleno Ocaso, Imprenta Elzeviriana Barcelona, 1922. En él se dice: "Champfleury encargó a Bastinos la decoración de porcelana y la de abanicos de lujo para ciertas manufacturas de París".
La necrológica de La Vanguardia, fechada el 28 de abril de 1918, también menciona estos detalles.
Champfleury conocía a Degas, como se desprende de esta carta de Degas a Edmond Duranty publicada por Theodor Reff, The Letters of Edgar Degas, 2020, nº 17, pp. 144-145, nota 8, en la que escribe: "Degas que le conocía en esta época, es testigo de una nota que le envía Champfleury, el 15 de mayo de 1870, anulando un encuentro". Carta de Champfleury a Degas, 15 de mayo de 1870, dirigida a Monsieur Edgar Degas, 13 rue de Laval, París.
Esta carta también es mencionada por Henri Loyrette, Degas, 1991, p. 722, nota 88: "Estimado señor: este martes por la mañana, hacia las diez, iré a verle. Atentamente ". Carta firmada Champfleury enviada a la misma dirección.
Otro documento llamará nuestra atención. En una carta escrita a Jean-Baptiste Faure el 2 de enero de 1887, Degas se refiere a un tal Sr. B. que habría comprado un cuadro por 3.000 francos. En Las cartas de Edgar Degas [Carta nº 300, nota 2, pp. 412-413], Reff sugiere los nombres de Etienne Boussod y Emile Bertin. Dadas las relaciones de Degas con ciertos artistas de la colonia española residentes en París, no es excluyente pensar en Bastinos para la B inicial.
El vínculo entre Champfleury y Degas ha quedado, pues, establecido. Todo hace pensar que Champfleury actuó como intermediario entre Degas y Bastinos y que este último, artista él mismo, no era evidentemente insensible a sus bailarinas y desnudos. Bastinos era decorador de porcelana, pero también -casi- historiador, como lo demuestran sus acuarelas que ilustran la obra de M. A. Racinet sobre el traje histórico, publicada en 1888 por la Imprenta de Firmin-Didot, París: [https://www.cuttersguide.com/pdf/French/le-costume-historique-vol-6-1888.pdf].
Junto con su hermano Antonio, dirige una importante editorial en Barcelona, que publica numerosos libros de texto educativos y escolares, así como libros de arte. Eso es todo lo que hace falta para comprender la personalidad de Julián Bastinos y su gran interés por la pintura.
Pero la historia de Julián Bastinos no acaba ahí, como tampoco empieza la del pastel. Entre 1890 y 1900, Julián Bastinos "navegó" entre París y Barcelona. Sin embargo, destaca una fecha: la Exposición Universal de 1900 en París, en la que participó su editorial catalana, presentando manuales didácticos y escolares de referencia.
A raíz de un desacuerdo con su hermano Antonio, Julián Bastinos abandonó Barcelona a principios del siglo XX y continuó su carrera en el Tribunal Internacional de El Cairo hasta 1918. En noviembre de 1901, en una carta enviada al diputado Enrique Olaverría en México, Julián Bastinos explicaba los motivos de su separación de su hermano y su marcha a Egipto.
Así pues, el pastel siguió a Julián Bastinos hasta Egipto, como confirma su enmarcado por A. Marcovitch en Alejandría, que lleva la etiqueta en el reverso.
Hemos descubierto recientemente otra obra con una etiqueta idéntica en el reverso, del mismo enmarcador, A. Marcovitch de Alejandría.
https://www.todocoleccion.net/arte-grabados/antiguo-grabado-casa-campo~x198021226
Bastinos murió en abril de 1918. Fue enterrado en El Cairo. El diario La Vanguardia del 28 de abril de 1918 anunciaba su muerte y hacía un esbozo de su vida, cuyas principales etapas hemos descrito. Llevado a Barcelona, el pastel permaneció en la familia Bastinos hasta que fue confiscado por el Estado en 1934, durante la época de la Segunda República antes de la Guerra Civil Española 1936-1939. La ley se aplicó de forma diferente en España en función de la localización geográfica. En Cataluña, la ley PHAC aprobada por la Generalitat de Catalunya entró en vigor en julio de 1934 y confiscó cerca de 150 obras pertenecientes a la familia Bastinos, entre ellas las de Goya, Casas, Nonell y Degas. Éloge du Maquillaje figura con el nombre de Mujeres en las listas del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN) del Ministerio de Educación. La lista puede consultarse en Internet, en los archivos de la Corona de Aragón del Ministerio de Cultura: https://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/show/6041709
En 1934, Éloge du Maquillage fue fotografiado bajo el título Mujeres por Adolfo Mas, fotógrafo oficial de la Comisión de Museos de Cataluña, una foto original con un sello seco y otro en tinta negra. El Instituto Amatller de Arte Histórico, una de las principales instituciones histórico-artísticas de España, ha confirmado la autenticidad de estos dos sellos.
Incautado, el pastel fue conservado en el Monasterio de Pedralbes de Barcelona y devuelto a la familia Bastinos en 1940. En el reverso del cuadro hay dos etiquetas que indican que fue depositado en el Monasterio en 1939 y en la Caja de Depósito General del Ministerio de Educación Nacional.
En los archivos de la Corona de Aragón del Ministerio de Cultura, descubrimos la lista de confiscaciones de la colección Bastinos en 1934, que incluye dos obras de Degas:
1 – Éloge du Maquillage bajo el Nombre de Mujeres
Gouache de Degas - 60 x 47 - Marco con cristal - Etiqueta Marcovitch, Alejandría.
2 - Un óleo sobre tabla del que sólo sabemos que está firmado y fechado: DEGAS 98
Por todos estos documentos, creemos que el segundo cuadro fue adquirido por Julián Bastinos con ocasión de la Exposición Universal de París de 1900.
El 30 de abril de 1940, el pastel fue devuelto a la familia Bastinos. Este documento puede consultarse en los archivos de la Corona de Aragón [Consulta del documento bajo petición previa].
El pastel cambió de propietario. Fue adquirido por Juan Llonch Salas (Presidente del Banco Sabadell y Presidente de la Academia de Bellas Artes de Sabadell. Barcelona) el 13 de septiembre de 1940, figurando la compraventa en el reverso de la fotografía de la obra realizada por Adolfo Mas. Permaneció en la familia Llonch por sucesión durante 83 años. Actualmente se encuentra en una importante colección privada española. La obra se expuso en la Sala Gaspar de Barcelona en 1952-1953. Dirigida al gran público, esta exposición, que se celebró durante una semana en Navidad, reunió obras de grandes artistas procedentes de colecciones privadas con una finalidad puramente cultural. En La información del 7 de noviembre de 2013 se detalla : "En la temporada 1953-54 destaca una exposición colectiva con obras de Fortuny, Nonell, Picasso, Degas, Van Gogh y Renoir". Por error, el periódico indica 1953-1954 cuando debería ser 1952-1953. El listado original de las obras expuestas se conserva en el Museo de Arte Contemporáneo, Barcelona [MACBA]
Comparaciones, análisis y expertizaje
La procedencia del pastel Eloge du Maquillage
Comparaciones, análisis y expertizaje
Nosotros hemos detallado sus etapas, su historia, es decir, su provenance. Abordamos ahora la cuestión de su expertizaje y de su autenticidad como obra de Edgar Degas. Seguimos diversas etapas técnicas precedidas de un breve repaso histórico de los burdeles que marcarían la vida del artista hacia 1875-1880.
Si Degas y Toulouse-Lautrec son ciertamente los pintores los más celebres de los burdeles, ello no significa que fueran sus precursores. Como escribe Catherine Authier, “ Constantin Guys ( 1802-1892 9 fue de hecho el primero en interesarse por el tema en su época, un tema sulfuroso en el que percibía cierta belleza y sobre todo, un medio de tratar el desnudo con verdadera novedad “. [Catherine Authier, « Les maisons closes », Histoire par l’image, janvier 2016 : histoire-image.org/etudes/maisons-close. El tema fue retomado de diversas formas – caricaturas, ilustraciones de periódicos, por ejemplo – por Gavarni, Forain y Steinlen.
A la muerte de Degas, en 1917, se descubrieron en su taller unos cincuenta monotipos y pasteles sobre monotipo de escenas de burdeles, que conservó sin prácticamente mostrarlos nunca. Por lo que sabemos, las cartas de Degas no mencionan sus incursiones en el mundo de los burdeles, y se desconocen sus verdaderos motivos. Este paréntesis en la vida del artista se ha analizado a menudo con el voyerismo como explicación más plausible. Pero no es nuestra intención ahondar aquí en el sentido -relaciones íntimas, impulsos sentimentales y/o sexuales- que son temas abordados a menudo por los historiadores del arte, y que incluso fueron objeto de exposiciones temáticas como Bordell und Boudoir en la Kunsthalle Tübingen en 2005, y abordados parcialmente en 2011-2012 en el catálogo de la exposición Degas et le nu en el Museo de Bellas Artes de Boston y en el Museo de Orsay de París.
Se admite generalmente que Degas comenzó a frecuentar los burdeles a mediados de la década de 1870. Como se afirma en el catálogo de la exposición de 1988-1989 celebrada en París y Nueva York: "Todo indica que el artista no tuvo amante después de la década de 1870 y, a pesar de su lenguaje inusualmente rígido, asombraba a sus modelos con sus modales ejemplares". La actitud de Degas fue interpretada y comentada de diferentes maneras. "Camille Mauclair y sobre todo Denis Rouart dieron pie a la idea de que Degas estaba obsesionado por la sexualidad", se lee en el catálogo de la exposición de 1988-1989. Y prosigue: "Eugenia Parry Janis y Françoise Cachin [a través de sus] importantes trabajos han arrojado nueva luz sobre el conjunto de esta producción [de monotipos]".
Algunas de las obras, y no las menos importantes, son pasteles, no sobre papel, sino esta vez sobre cartón, al igual que Eloge du Maquillage. A saber Avant la course, 1883, Cleveland Art Museum (MS-2425), Femme à sa toilette essuyant son pied gauche, Musée d'Orsay, 1886 (MS-1232) y, por último, Femme à sa toilette, 1880, Fondation Bemberg, Toulouse (MS-1117). Estos son sólo algunos ejemplos que demuestran que Degas buscó diversificar el soporte de sus obras.
El tema de los burdeles de Degas inspiró a Picasso en numerosas ocasiones, y coleccionó con pasión los monotipos de Degas. Este tema también fue abordado en la exposición Picasso mira a Degas en el Sterling and Francine Clark Art Institute, Williamstown, en 2010 y en el Museo Picasso, Barcelona, en 2010-2011. Elizabeth Cowling ha escrito un artículo muy interesante sobre el tema: Los burdeles Picasso y Degas.
Del monotipo al pastel, consideremos el ejemplo de La fête de la patronne, cruce entre el pastel sobre monotipo del museo Picasso y el monotipo en el que Degas repite, con todo detalle, el gesto de la mujer de pie que pone la mano sobre la cabeza de la patrona.
La fête de la patronne, probablemente el pastel sobre monotipo más famoso de Degas que trata de los burdeles, data de 1876-1877. Otras obras, no menos importantes, marcan este periodo inesperado en la vida de Degas, como Femme nue accroupie de dos, pastel sobre monotipo en tinta negra sobre papel del Museo de Orsay (MS-1235), Scène de bordel (MS-953), anteriormente en la colección Ann y Gordon Getty, recientemente vendida en subasta, y Femme nue se peignant, pastel sobre papel del Metropolitan Museum of Art de Nueva York (MS-1380).
Del monotipo al pastel
En su artículo Les Bordels de Degas: Voyeurisme et Idiologie, Charles Bernheimer escribe: «Degas utilizó el medio [monotipo] no sólo para sí mismo, sino también como base para el claroscuro, un mapa tonal para su posterior elaboración en pastel y gouache». [Representaciones, University of California Press, Berkeley, 1987-10, vol. 20, p. 160]. 20, p. 160]. Véase también: https://www.jstor.org/stable/3051224].
Esta observación se aplica más que nunca a la «transposición» del monotipo Le Client sérieux al pastel Eloge du Maquillage.
En este nuevo avance de Degas incluimos Le Client sérieux, National Gallery of Canada, Ottawa, un monotipo que compararemos con el pastel sobre cartón que expertizamos ahora.
En Éloge du Maquillage, Degas utilizó la parte superior izquierda del monotipo de Ottawa Le Client sérieux para componer su pastel, que centró en la espalda de la mujer de la derecha y en los dos rostros. Éloge du Maquillage es, por así decirlo, una variación del monotipo de Ottawa.
De este modo, se aleja del tema más general del monotipo, a saber, el cliente y su mirada, para centrarse más en la espalda carnosa de la mujer del centro.
La cinta negra o gargantilla -con la que a menudo adornaba sus desnudos, cantantes y bailarinas- puede verse en las dos obras de arriba. En el pastel, la gargantilla destaca sobre la piel pálida de la mujer. La otra similitud es, por supuesto, la abundante cabellera de las dos mujeres, la de la derecha, que se puede encontrar en las numerosas mujeres de sus cabarets.
Otra similitud entre el pastel y el monotipo que debemos remarcar es el espejo con su marco naranja distorsionado en el pastel, que también presenta una ligera ondulación hacia la izquierda en el monotipo.
De pastel a pastel
Para valorar Éloge du Maquillage, hemos seleccionado varios elementos para compararlos con ciertas obras de Degas, entre ellos:
La técnica:
Contamos unos cuarenta pasteles realzados con gouache sobre papel o cartón en el corpus actual de Degas, que pueden consultarse fácilmente en este catálogo razonado.
Se realizaron análisis técnicos y pigmentarios en profundidad en el laboratorio L & R de Madrid, que elaboró un informe fechado el 25 de julio de 2023. El informe confirma que la obra data de la segunda mitad del siglo XIX y que la firma se realizó en la misma época.
Los análisis revelan dos ligeras restauraciones realizadas posteriormente, con bajo contenido de titanio en reflejos de aguada blanca craquelada, en los cuellos de las dos mujeres y la cabeza desgreñada, sobre una primera capa de aguada blanca de zinc aplicada originalmente por Degas.
- Color: tonos idénticos en Éloge du Maquillage, La Toilette y Danseuses en jaune. Obsérvense los trazos de pastel casi horizontales en las tres obras.
- El diseño de la mano: en la obra de Degas, las manos aparecen a menudo deformadas o incluso torpemente representadas. Para nuestra gran sorpresa, Degas era un incondicional de Jean-Dominique Ingres, como demuestran sus primeras obras. Estas distorsiones se observan no sólo en sus dibujos y pasteles, sino también en sus pinturas. En Éloge du Maquillage, la mano se pierde en la polvera y se asemeja a las manos de las obras siguientes:
- Cabello:
una de las comparaciones más llamativas es la de la abundante cabellera de la mujer del centro de Éloge du Maquillage. Es con La Chanson du chien con la que se puede establecer la comparación más evidente entre la forma del cabello y su color.
- La firma:
en nuestro artículo sobre las firmas de Degas, hemos seleccionado más de 66 firmas diferentes de pinturas, pasteles y dibujos de Degas. A modo de comparación, hemos seleccionado dos firmas correspondientes a la firma de nuestro pastel Éloge du Maquillage.
Publication : 25-05-2024